Cuando escuchamos grasas, pensamos en algo malo; porque en sí, gozan de muy mala fama. Tanto es así, que a menudo parece que debamos excluirlas de nuestra alimentación.
Pero nada de eso; son fundamentales para nosotros y deben ser consumidas; eso sí, de buena manera y aprovechando esas grasas buenas.
El consumo de aceite de oliva se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, obesidad, diabetes e hipertensión, entre otros.
El aceite de oliva virgen extra es el de mayor calidad, pues su procesado es el que más respeta los antioxidantes que contiene.
Se aconseja en cualquier edad y situación, aunque es una grasa, y por tanto, rica en calorías.
Es un elemento preventivo y terapéutico en el tratamiento de las dolencias cardiovasculares.
El aceite de oliva y la dieta mediterránea se asocian con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 e hipertensión.
Aceite de oliva
La aceituna contiene productos antioxidantes como la vitamina E, y compuestos fenólicos, que evitan o frenan reacciones oxidativas que dan lugar a procesos como el envejecimiento celular, la formación de sustancias cancerosas, la aparición de placas de ateroma que dificultan la circulación sanguínea, etc.
Algunos estudios sugieren que los ácidos grasos monoinsaturados como el oleico pueden tener un efecto protector contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad y con la enfermedad de Alzheimer. También se asocia la dieta mediterránea, con el aceite de oliva como principal fuente de grasa, con un aumento de la longevidad y un sano envejecimiento y con una menor incidencia de cáncer: su efecto protector se asocia principalmente a cánceres como el de mama, el colorrectal y el de próstata.
¿Qué tipo de aceite de oliva es mejor?
El aceite de oliva virgen extra es el de mayor calidad, pues su procesado es el que más respeta los antioxidantes que se hayan en él. Es zumo de oliva. Otros, procesados con calor o productos químicos, provocan la pérdida de buena parte de estas sustancias. Su grado de acidez no puede superar los 0,8º. Se obtiene únicamente por procesos mecánicos, no se somete a refinado y procede de aceitunas en buen estado.
Aceite de oliva virgen: este aceite se obtiene por los mismos procedimientos que el virgen extra pero su acidez puede ser mayor, hasta 2º.
Aceite de oliva: es una mezcla de aceite de oliva refinado y aceite de oliva virgen. Se produce aceite de oliva refinado, cuando tras los procedimientos mecánicos no se cumplen los requisitos para ser considerado aceite de oliva virgen. En estos casos el aceite se somete a un refinado con el objetivo de mejorar su acidez y sus características organolépticas, es decir, aroma, sabor, color etc.
Receta:
Pan con tomate y aceite aromatizado con albahaca.
Ingredientes:
Una hogaza de pan.
Tomates de untar o de ensalada según se desee.
Aceite aromatizado con albahaca.
Cortas el pan en rebanadas. El tomatelo puedes cortar en rodajas finas y pones sobre el pan (para ello usaremos los tomates de ensalada) o bien se puede restregar contra el pan, una vez lo hemos partido por la mitad en sentido horizontal. En este caso utilizaremos tomates jugosos como los de rama o de colgar. Después lo aliñamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra aromatizado con albahaca.
Nota: esta preparación será un acompañamiento ideal para hortalizas a la brasa o al horno, o para barbacoas, de vegetales y carnes.