Necesitamos:
2 tazas de masa harina.
1 3/4 tazas de agua tibia.
¡Manos a la obra!
Pon los ingredientes en un tazón grande para mezclar. Vierte el agua poco a poco y mientras tanto, revuelve. Deja que dicha mezcla repose durante 5 minutos.
Continua mezclando, así evitarás que queden grumos y se forme una masa. Toma 1 ½ cucharada de masa a la vez y formas una bola.
En un pedazo de papel encerado o envoltura de plástico, pones la bola de masa sobre la envoltura de plástico y la parte superior con otro pedazo de plástico.
Con un sartén de fondo grueso, presiona uniforme y firmemente sobre la bola cubierta de masa hasta unos planos y redondos, formas tortillas de más o menos, 1/8 de pulgada de espesor.
Calientas una sartén grande y plana a fuego medio. Coloca las tortillas sobre la superficie caliente y cocinas durante 3 o 4 minutos por cada lado.
Luego, ya las tienes listas y podrás rellenarlas como mejor quieras; si solo quieres reservar, ponlas cubiertas en una toalla limpia para mantener el calor y su flexibilidad.