Algunos Consejos para guardar y almacenar pastas y salsas.

Una de las cosas que más nos preocupa en la cocina, es la adecuada conservación de los ingredientes y productos que empleamos. Si queremos preparar los mejores platos de pasta, es fundamental saber cómo se debe guardar y almacenar correctamente nuestras pastas y salsas para sacarles el máximo partido.

 

¿Cómo almacenar pasta seca?

 

No es solo un ingrediente muy versátil, sino, que además resulta muy práctico para tener siempre en la despensa. Su vida útil es muy larga y nos permite tener en todo momento a nuestra disposición un paquete de las variedades que más nos gusten sin miedo a que se estropeen.

Consejos:

– Cierra bien los empaques donde vienen tus pastas para que se conserven y no les entre humedad; así podrás reutilizar la pasta que no gastaste anteriormente.

– Tanto envases y bolsas de pasta, se deben guardar en un lugar fresco y seco, mejor si no recibe luz directa. Por ejemplo, un armario de la cocina o una pequeña despensa.

– Puedes rellenar recipientes vacíos y limpios de cristal con pasta; eso sí, que dispongan de un cierre hermético. Si utilizamos botes o tarros bonitos y elegantes para guardar distintas formas de pasta, podremos decorar nuestra cocina al mismo tiempo.

 

¿Cómo almacenar pasta fresca?

 

– Ella, sí necesita ser utilizada en un corto período de tiempo desde su elaboración. Normalmente, se puede tener algunos días en la nevera, aunque si es casera es conveniente cocinarla el mismo día o durante la jornada siguiente.

– Si es paste rellena, no es recomendable dejar pasar demasiado tiempo antes de prepararla, pues tiende a reblandecerse.

 

– Si vas a congelar la pasta fresca porque no la vas a cocinar inmediatamente; utiliza bolsas específicas de congelación, distribuyendo la pasta en porciones y asegurándonos de que las cerramos bien. Podemos guardarla hasta dos o tres meses en el congelador.

 

Almacenando las salsas:

Las salsas de por sí, vienen en tarros herméticos de vidrio listas para consumir. Antes de abrirlas, se puede guardar del mismo modo que la pasta seca, en un lugar fresco y seco, preferentemente oscuro, ya que no necesitan refrigeración.

Cuando ya se han abierto, se debe guardar en la nevera si no lo vamos a consumir en el momento. También aplica para las salsas cocinadas caseras, que se pueden preparar con antelación siempre que las guardemos en un recipiente hermético y las mantengamos refrigeradas durante varios días. Asimismo, las podemos congelar sin problemas.