Espinacas frescas más tiempo.

Las espinacas son un alimento muy perecedero. Aunque se conserven en la nevera y así su vida útil se alargue, estas verduras van perdiendo nutrientes a medida que van pasando los días. Varios estudios determinan que bastan seis o siete jornadas para que las espinacas pierdan más de la mitad de sus folatos, a pesar de estar en el frigorífico.

Las espinacas frescas pierden gran parte de su valor nutricional durante el almacenamiento en solo unos pocos días. Su vida útil depende de factores como el método de preparación y cómo se han guardado.

Consejos:

– El lavado de las raíces de las espinacas con extractos de algas reduce su deterioro.

– Una higiene adecuada y un correcto almacenamiento ayudan a prevenir problemas de seguridad con las espinacas.

– Si estas tienen un color oscuro, una textura húmeda o un olor fuerte, deben desecharse, ya que a medida que envejecen, adoptan un color más oscuro y un olor más intenso. Para evitarlo, es importante guardarlas bien en la nevera, sin lavarlas; solo debe hacerse justo antes de utilizarlas para preparar y consumir. Es importante que cuando se compran espinacas frescas en manojo, se pongan en una bolsa con pequeños agujeros para que se conserven más tiempo en el frigorífico.

– Cualquier humedad añadida también ayuda a que se deterioren con mayor facilidad. Por eso es recomendable meterlas en un recipiente hermético. Debe tenerse en cuenta además que las espinacas pueden contener E. coli, por lo que es importante enjuagarlas bien antes de usar.

– Otra manera de guardar las espinacas es congelarlas. Para ello, el primer paso es lavarlas bien con agua fría para eliminar posibles restos de arena y suciedad. Tras el lavado, deben escaldarse en agua hirviendo y escurrirlas bien. Para almacenarlas en el congelador, pueden introducirse en bolsas que cierren de forma hermética, eliminando el aire del interior, en porciones.