Los alimentos funcionales.

¿Qué es un alimento funcional?

 

Es aquel que ha sido elaborado añadiéndole componentes biológicamente activos que cumplen una función específica y contribuyen a mejorar la salud. Por ejemplo, la leche con calcio y vitamina D o con ácidos omega-3, los yogures que ayudan a reducir el colesterol y los cereales enriquecidos con vitaminas y minerales deben considerarse como alimentos funcionales.

Otros son aquellos alimentos que en su estado natural aportan vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes, ácidos grasos esenciales, fitoesteroles, etc. También los denominados alimentos probióticos y prebióticos deben considerarse como funcionales, como es el caso del yogur.

Aunque no exista una definición homologada, podría decirse que un alimento funcional es todo aquél cuyos componentes más importantes, hacen una acción beneficiosa para nuestra salud.

 

Beneficios:

 

Dieta equilibrada es igual a buena salud, sin obviar el ejercicio físico. Y en este contexto, los alimentos funcionales son importantes, ya que contribuyen a mejorar el funcionamiento del organismo de diferentes maneras:

 

– Crecimiento y desarrollo del niño: las leches de continuación para los niños, son un claro ejemplo de alimento funcional; ya que contienen nutrientes específicos para su crecimiento y desarrollo.

– Embarazo: la sal yodada y los alimentos enriquecidos con ácido fólico, hierro, calcio y diferentes vitaminas y minerales, contribuyen a un buen desarrollo del feto.

– Metabolismo: muchos de los alimentos funcionales dirigen su actividad al metabolismo favoreciendo un mejor control de la glucosa en sangre, para controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, para evitar el estreñimiento, para reponer electrolitos después de la práctica deportiva, etc.

Estrés oxidativo: los antioxidantes contrarrestan los efectos nocivos de la acumulación de radicales libres sobre el ADN (es lo que se conoce como estrés oxidativo) y el metabolismo lipídico. Su consumo puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y degenerativas o también el cáncer.

 

Nutrientes más frecuentes:

 

Todos los alimentos aportan nutrientes esenciales para la salud humana. Pero solo una dieta equilibrada, podrá aportar dichos nutrientes en las cantidades necesarias. En este sentido, en la actualidad se comercializan muchos alimentos que han sido enriquecidos con diferentes nutrientes con el fin de aportar beneficios para la salud. Entre los más habituales figuran los siguientes:

 

Fibra dietética: se utiliza fundamentalmente para normalizar el tracto digestivo y combatir el estreñimiento.

Azúcares de baja energía: se utilizan para sustituir el azúcar en la elaboración de determinados productos, como es el caso de los refrescos light.

Ácidos grasos insaturados: los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 o el ácido oleico son los más habitualmente utilizados en la elaboración de productos como margarinas vegetales, leche y huevos. Ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos.

Fitoesteroles: estas sustancias absorben el colesterol de baja densidad (LDL) o colesterol malo, contribuyendo a reducir o evitar la hipercolesterolemia.

Aminoácidos: son los componentes más simples de las proteínas y su actividad se dirige fundamentalmente al sistema nervioso, contribuyendo a reducir el estrés y la ansiedad y aportando un efecto sedante que favorece el sueño, así como al sistema inmunológico, reforzando las defensas del organismo.

Vitaminas y minerales: las vitaminas que más se utilizan para enriquecer alimentos  son la D, E y del grupo B, como el ácido fólico. Entre los minerales figuran el hierro, el yodo, calcio, fósforo, zinc o selenio.

Antioxidantes: en este grupo figuran las vitaminas C y E, los polifenoles, el zinc, el betacaroteno y selenio. Ayudan a evitar la oxidación de los tejidos y el efecto de los radicales libres sobre el ADN, que aceleran el proceso de envejecimiento, favorecen las enfermedades degenerativas y puede originar la formación de alteraciones genéticas susceptibles de originar el desarrollo de un cáncer.

 

Para finalizar, pese a los beneficios que pueden aportar los alimentos funcionales, los expertos en nutrición advierten que un consumo excesivo de determinados nutrientes puede encaminar a problemas de salud.

 

Se debe tener en cuenta que en la actualidad son muchos los productos elaborados que se enriquecen y si no se pone atención puede llegarse a una situación de sobreconsumo.