Necesitamos:
1 taza de leche entera.
1 taza de crema de leche.
1/2 taza de azúcar granulada.
2/3 taza de crema fresca.
4 hojas de gelatina (o 1 cucharada de gelatina en polvo).
Para adornar:
Moras frescas.
Pistachos triturados.
Bolas crujientes de chocolate, blanco y negro.
¡Manos a la obra!
Vierte la leche, la crema, el azúcar y la nata, en un cazo y bate hasta que quede suave.
Coloca una cacerola a fuego medio-bajo, y para cocer a fuego lento hasta que se disuelva el azúcar, revolviendo. Llena un recipiente de mezcla con agua con hielo y añade las hojas de gelatina; una vez que las hojas estén suaves y flexibles, revuelve en la mezcla de leche.
Revuelve hasta que la gelatina se disuelva. Retira la mezcla de leche de la estufa y se vierte en moldes 6-8 onzas. Pasa los moldes llenos hasta una bandeja de horno y coloca en el refrigerador para ajustar. Pon en el refrigerador durante por lo menos 4 a 6 horas y hasta 2 días.
Cubre con las moras, los pistachos y las bolas crujientes de chocolate blanco y negro al gusto.
¡Disfruta!