Salsa de tomate rostizado.

 

Necesitamos:

12 tomates partidos a la mitad.

2 cebollas en cuartos.

2 pimientos jalapeños, partidos a la mitad (a lo largo).

1 cabeza de ajos, partidos a la mitad (en sentido transversal).

2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen.

1 chile seco, remojado en agua tibia durante 30 minutos.

1 manojo de cilantro.

1 1/2 cucharadas de comino.

El jugo de 2 limones.

Sal y pimienta al gusto.

¡Manos a la obra!

Precalentamos el horno a 375 ºF. Los tomates, las 2 cebollas, los 2 jalapeños, y la cabeza de ajo, los ponemos en una bandeja para hornear (el corte hacia arriba) y rociamos con aceite. Sazonamos con sal y pimienta y se asa durante unos 30 minutos o hasta que los tomates suden y se marchiten un poco.

Retiramos del horno y dejamos que el contenido se enfríe, aproximadamente 20 minutos.

Ponemos los tomates, la cebolla, los jalapeños, el ajo asado, chile seco, y el cilantro, en una licuadora; licuamos, hasta que quede suave. Vertemos la mezcla en un tazón. Dejamos de lado.

Vertemos el resto de la mezcla en una licuadora, reservando 4 tomates, y el resto de ingredientes. Se mezclan y se sazona con sal y pimienta. Añadimos la mezcla a la del cilantro y mezclamos.

Ajustamos los condimentos y refrigeramos por lo menos una hora.